POR EL SABIO ADRIÁ

"Una escenografía sugerente, atención a los mínimos detalles y una buena dosis de humor son los ingredientes necesarios para crear una experiencia inolvidable" Ferrán Adriá.


Esta frase, dicha sin demasiada parafernalia por Ferrán, se ha convertido en un lema en mi trabajo, porque Adriá no es un cocinero, ni mucho menos, es uno de los mejores creadores de experiencias de la actualidad. Comí una vez con él, codo a codo, y puedo asegurar que no son palabras bonitas. Comíamos en un pequeño bar de pueblo pequeño: espárragos de lata, escarola de bolsa y un filete muy hecho. Aún así, teniendo en cuenta quien es: comió sin pestañear, contento, saludo a la cocinera, como uno más no como el gran cocinero...Como dijo en un momento, cualquier comida hecha con cariño, vale. Ferrá se ríe, es positivo, es buen tipo. Y sobre todo es un hombre respetuoso con todo y con todos. No va de listo, todo lo contrario, pregunta, siente interés por lo que ve, escucha... Me gusta.

Los colores, los sabores, las texturas....las sensaciones, en definitiva, son las que hacen de un acontecimiento una experiencia (la experiencia es un acontecimiento que se vive y del que se aprende). Adriá es un maestro, sin duda, y su talento para crear experiencias se puede extrapolar a cualquier ámbito. A mí, de esa frase, lo que más me gusta, lo que es realmente propio de un hombre sabio es "eso" del sentido del humor. Los que trabajamos en comunicación, creando marcas, nos olvidamos muchas veces de aplicar precisamente eso: el sentido del humor. Nos da miedo que el cliente no lo entienda. Y no hay que olvidarse de algo: los niños, incluso en mitad de la guerra siguen jugando, siguen riéndose. No sé porqué se nos olvida reirnos a los adultos en nuestras guerras. Aunque todo se derrumbe a tu alrededor no te olvides de reir y jugar. Por el sabio Adriá.

Políticamente incorrecta con el cine




Estos días estamos dándole vueltas al tema de los derechos de propiedad intelectual en internet, por esa nueva ley terrorista que permite cerrar a cal y canto páginas web prácticamente sin tener que pasar por un juez. Es decir, por la cara, con apenas un leve indicio de uso indebido de la obra musical o cinematográfica de otros. Puede suceder que se cierre una página enlazada a otra que estaba enlazada a otra que permitía descargas fraudulentas...cuando la pobre primera página no tenía ni idea de la red en la que estaba inmersa.

Puede ser que eso sea un gran saco donde meter todo lo que molesta.

Es cierto que los músicos y cineastas tienen que poder vivir de su trabajo, como todos, pero yo tengo una duda: ¿ qué pasa con todas las ayudas que todos pagamos, que cubren muchas veces parte de las producciones cinematográficas? No significaría eso que las obras subvencionadas pasan a formar parte de los bienes públicos y que por tanto todos deberíamos tener derecho a disfrutar de ellas, ¿al menos online? Sé que esto puede sonar muy salvaje, teniendo en cuenta que yo me gano la vida con la creatividad y lo que se de comunicación - los consultores cobramos por lo que sabemos no por el tiempo que empleamos en ello , por tanto en mi trabajo juego permanentemente con mis derechos de propiedad intelectual y con los de otros - pero es un tema que me mosquea.

La industria musical y la cinematográfica, son eso, industrias de ocio, y como tales están sometidas a las leyes de la oferta y la demanda. El que es bueno o parece bueno vende, hablando en plata. Es decir, me empieza a no valer eso de que los norteamericanos nos comen el mercado: llegan Amenabar o Almodovar y barren. En mi gremio el que sale al mercado y no obtiene resultados, sale igual que entró. Sin ayudas. Mis trabajos para agencias de publicidad del pasado están colgados en la red, se utilizan una y otra vez, pero la ley no me protege porque trabajaba para otros, que tienen todos los derechos de explotación de mis creaciones, de mis proyectos de branding. Es decir, las descargas gratuitas de la red de mis trabajos no tienen derechos porque no me dedico a la música ni al cine. No lo estoy exigiendo, solo es una reflexión, pero los derechos de propiedad intelectual parecen ser solo para algunos campos.

Y digo yo, cuándo vamos a darle a internet la importancia que tiene como medio de comunicación, ocio y social, muy superior en estos momentos al cine, por ejemplo. ¿Por qué no se llenan las salas? ¿Por qué no se venden discos? ¿Por qué internet se ha convertido en otra dimensión espacial aparte de las tres que conocemos? ¿Por qué en el Ministerio de Cultura no se vive en el futuro en vez de en el pasado?

La música y el cine son industrias de ocio, vamos a dejarnos de paternalismos y a considerarlas como tal, y crecerán, y se harán fuertes, sin remedio, el mercado lo pone todo en su sitio ("soy artista, pero he decidido dejar el arte en mi cabeza, no pintar un solo cuadro hasta que el estado español me ayude económicamente para dedicarme a esto. si somos necesarios para la cultura que nos paguen",  XXXX dixit. me quedé de piedra, y es literal)


 El futuro está en la red, y lo que nos queda por ver.

LA HERENCIA DE LA PRINCESA LEIA: HOLOGRAMAS ONLINE



La Guerra de las Galaxias: R2D2 almacena un correo importante. De ese ojo-linterna del pequeño robot sale un rayo de luz que se convierte en la princesa Leia. Un holograma que marcó mi infancia. Lo que yo hubiera dado por tener la posibilidad de comunicarme virtualmente, como ella. Luc Skywalker, el guapo bueno - y soso, para qué engañarnos- se arrodilla para escuchar a la princesa, cubierta con su túnica blanca. La princesa Leia, en tamaño mini, habla, pide ayuda. Ese holograma para mí, fue lo mejor de la película, está claro que ya se venía gestando lo mío con la comunicación sin límites.

Hace unos días, revolviendo en internet, por un lado y por otro, caigo por casualidad en una empresa que como R2D2 hace algo parecido a mi querido holograma, ¡increíble!

He encontrado la página de una empresa que vende, atentos, presentadores online: Equipo 24. La empresa ofrece un catálogo de actores para presentaciones virtuales de tu web: se acabaron los textos corporativos. Ofrecen dejar de leer, a cambio de un personaje de carne y hueso quien, como la princesa Leia, aparece por sorpresa a un lado de la pantalla y te habla, mirándote a los ojos, te explica, con una sonrisa, y te lleva, de un lado a otro, por la web visitada. En la demostración, una princesa Leia sin túnica y sin moños de la Dama de Elche, habla, como si estuviera tranquilamente apoyada sobre tu pantalla. Vivita y coleando.

Hay que verlo, yo aún estoy de piedra. Mi enhorabuena, yo pensaba que todo estaba inventado.

DE GUISANTES HÍBRIDOS Y UNIVERSOS. POR HAITÍ



"Porque hasta un guisante en su vaina puede ser el eje del universo" decía mi amado Walt Whitman. Por lo mismo, un par de palabras pueden cambiar el mundo, mi mundo. Un comentario, dejado al azar, por alguien llamada Blanca, me ha devuelto a este blog, ahora con suelos, me gusta el cielo, y también el suelo. Ya sabeis que soy un híbrido entre cielo y tierra, puedo estar allí arriba flotando como una burbuja efervescente y al minuto aquí abajo como una columna cabezota. Unas palabras se han convertido en el eje de mi día, de mis días futuros. Esto estaba cerrado, y lo he vuelto a abrir. Cosas del azar. Lo dejé porque el negro de fondo me pesaba como una losa, me daba un tortazo cada vez que me sentaba ante él. Hoy el viento me corre por las venas, deben ser las nubes. Y la pena por Haití, la necesidad de hacer algo, ya, urgente, no sé muy bien qué. Ojalá tuviera la capacidad de dejarlo todo y salir a ayudar. Solo se me ocurre utilizar la voz para recordar que nos cuesta poco ayudar mucho. Ojalá desde los medios de comunicación no se haga lo de siempre: transmitirnos miserias para consolarnos (no hay nada más tranquilizador, por lo visto, que sentarse ante el televisor y ver dramas muy lejos de uno) y zanjar rápidamente el tema en cuanto todo el público se siente suficientemente consolado. ¿Donde están los medios de comunicación como herramienta de comunicación social y no como herramienta política y económica?. Os paso una de mis fotos, ahora colecciono suelos que piso, sobre los que me gusta caminar. ¿Os suena? Son los agujeros del Peine de Los Vientos, en Donosti. Se escucha el mar, se siente el mar...De hecho el mar te puede tumbar de golpe si caminas sobre ellos en un día de tormenta....Son su chimenea. Por Haití. Bienvenidos.