DE GUISANTES HÍBRIDOS Y UNIVERSOS. POR HAITÍ



"Porque hasta un guisante en su vaina puede ser el eje del universo" decía mi amado Walt Whitman. Por lo mismo, un par de palabras pueden cambiar el mundo, mi mundo. Un comentario, dejado al azar, por alguien llamada Blanca, me ha devuelto a este blog, ahora con suelos, me gusta el cielo, y también el suelo. Ya sabeis que soy un híbrido entre cielo y tierra, puedo estar allí arriba flotando como una burbuja efervescente y al minuto aquí abajo como una columna cabezota. Unas palabras se han convertido en el eje de mi día, de mis días futuros. Esto estaba cerrado, y lo he vuelto a abrir. Cosas del azar. Lo dejé porque el negro de fondo me pesaba como una losa, me daba un tortazo cada vez que me sentaba ante él. Hoy el viento me corre por las venas, deben ser las nubes. Y la pena por Haití, la necesidad de hacer algo, ya, urgente, no sé muy bien qué. Ojalá tuviera la capacidad de dejarlo todo y salir a ayudar. Solo se me ocurre utilizar la voz para recordar que nos cuesta poco ayudar mucho. Ojalá desde los medios de comunicación no se haga lo de siempre: transmitirnos miserias para consolarnos (no hay nada más tranquilizador, por lo visto, que sentarse ante el televisor y ver dramas muy lejos de uno) y zanjar rápidamente el tema en cuanto todo el público se siente suficientemente consolado. ¿Donde están los medios de comunicación como herramienta de comunicación social y no como herramienta política y económica?. Os paso una de mis fotos, ahora colecciono suelos que piso, sobre los que me gusta caminar. ¿Os suena? Son los agujeros del Peine de Los Vientos, en Donosti. Se escucha el mar, se siente el mar...De hecho el mar te puede tumbar de golpe si caminas sobre ellos en un día de tormenta....Son su chimenea. Por Haití. Bienvenidos.

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