HERMANO, HEMOS PARADO LA RUEDA

Ante una circustancia adversa se pueden hacer dos cosas: estar bien o estar mal (la circustancia es la misma, pero la actitud transforma la perspectiva).

Ante un desastre se pueden hacer dos cosas: maldecir los problemas o reunir fuerzas para encontrar soluciones.

Las crisis son un buen lugar de partida si no se viven como una noria de la que no puedes bajar. Siempre se puede bajar, y si no...siempre se puede abrir los ojos y disfrutar del paisaje desde las alturas. Hermano mío, pequeño, hemos parado la noria, ahora nos podemos bajar, no hemos cerrado los ojos y hemos puesto un pie en la tierra. Hermano mío, pequeño y querido, vamos a poner un pie delante del otro y vamos a respirar todo lo que nos quepa en los pulmones.